Para empezar, debes saber a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de esta máquina. Por ello, es importante mencionar que su nombre se originó a partir de la palabra premere, un verbo que funge como sinónimo de apretar.
En este sentido, podemos decir que la prensa es una máquina que sirve para apretar, pero eso sería limitar el concepto. Para ampliarlo, debemos decir que es una herramienta que funciona gracias a una gran descarga de energía controlada.
Esta energía posibilita, a su vez, que la herramienta pueda recorrer ciertas distancias mientras cumple con sus funciones. De esta manera se garantiza un trabajo eficaz y rápido, mientras que el uso de la fuerza humana es casi nulo.
Para ser aún más específicos, de manera general podemos decir que las prensas están conformadas por matrices y punzones que serán empujados por una fuerza determinada. Esto, como mencionamos al principio, será el impulso para que la prensa cumpla con su trabajo.
Este último punto mencionado es sumamente importante, pues de los punzones y las matrices depende la eficacia del trabajo final de la prensa. Además, no todos funcionan para todas las labores de manufacturación o bricolaje, pero más adelante te hablaremos sobre la selección de la prensa adecuada según la necesidad.
Ahora queremos hablarte sobre los usos de la prensa, y para ello lo primero que debes saber es que el principio de Pascal es el que permite el funcionamiento de esta herramienta. Como sabrás, este proceso no es más que la aplicación de una fuerza menor para generar, a su vez, una fuerza mayor.
Esta fuerza mayor es la encargada de cumplir con el objetivo principal de las prensas: comprimir materiales. Su uso más común es en el sector automotriz, aunque no podemos dejar a un lado su implicación en otros procesos como la fabricación de artículos de ferretería, cocina e, incluso, juguetes.
Si bien es cierto que la comprensión es su misión principal, estas herramientas también fungen como máquinas para brochar, para levantar pesos, para adherir y, por supuesto, para presionar. Cada uno de los tipos de prensas pueden cumplir diversas funciones, y de ellas podemos destacar las siguientes:
De ahí nace la importancia de elegir el tipo de prensa más indicado para un determinado trabajo. Sin embargo, y como verás, son muchos los usos que pueden darse a estas máquinas.
Cada una de las prensas que encontrarás en el mercado pueden tener características que las diferencian. Por esta razón, definir las partes exactas de estas herramientas puede resultar difícil; sin embargo, casi todas las estructuras tienen algunas en común.
Te las mostramos a continuación.
Volante de inercia: consiste en la parte de la prensa que se encarga de girar continuamente para almacenar y transmitir la energía del motor hacia el eje central de la herramienta.
Mecanismo de acción: después de que el eje principal reciba la energía, la lleva hasta la parte de la prensa que permite el accionar de la herramienta.
Aunque la estructura exacta de esta zona depende del tipo de prensa en cuestión, podemos mencionar algunos de los elementos más comunes en ella: la manivela, los vasos comunicantes, el cigüeñal y la tuerca.
Carro: el carro de la prensa será el encargado de trasladar de manera vertical el punzón que generará la presión para lograr el objetivo final (cualquiera de los que mencionamos en el apartado anterior).
El desplace se hará a través de una corredera.
Mesa: es la parte inferior de la prensa. En esa zona se ubica la matriz, que es la otra parte que propicia el funcionamiento de la prensa. En todas las máquinas esta zona está perfectamente alineada con la superior.
Bastidor: es la estructura que sirve de soporte para toda la máquina. Podríamos decir que es una de las zonas más importantes de las prensas, pues del bastidor depende el funcionamiento y la capacidad de la máquina.
Además, puede estar conformado por una pieza única o por dos. Como decimos, todo dependerá del modelo de prensa en cuestión.
Como es evidente, algunas prensas pueden tener más o menos partes de las que hemos mencionado. Por ejemplo, es común que las prensas hidráulicas tengan más divisiones que se traducen en una amplia gama de opciones para cumplir con determinados trabajos.
Ya que mencionamos la prensa hidráulica, debemos decir que se trata de un tipo de estas herramientas, pero no del único. Por esta razón, a continuación vamos a desarrollar los tipos de prensas que existen en el mercado.
Después de conocerlas, tendrás más claro cuál sería la indicada dependiendo de tus necesidades. Recuerda que todas ellas varían en materiales de fabricación y su aplicación en los distintos sectores.
Es uno de los tipos de prensas más utilizadas, no solo porque la mayoría de las veces su tamaño es compacto, sino porque también se puede manejar fácilmente.
Viene con un almacenamiento de fuerza que puede ubicarse en cualquier parte de la prensa, y es desde ahí donde se irá transmitiendo para lograr el objetivo dentro del trabajo. Esta herramienta se encarga, generalmente, de perforar, de estampar, de grabar y de realizar troqueles.
En lo que respecta a su estructura, es común que tenga un punto muerto donde se apoyará la matriz que da toda la fuerza a la máquina. Por otro lado se ubica el brazo encargado de dar los golpes necesarios para cumplir con la labor. Este brazo se moverá gracias al motor de la máquina.
La prensa hidráulica, por su parte, tiene un funcionamiento un poco más complejo que el de las prensas mecánicas. Como mencionamos en un apartado anterior, las prensas hidráulicas funcionan gracias al principio de Pascal, que se traduce en la aplicación de pequeñas fuerzas que resultan en una mucho más grande.
Aunque existen otros líquidos que también pueden interactuar en este proceso, lo más común es que sea el agua el que participe en él. La función de este líquido es generar las fuerzas que impactarán sobre los pistones.
Los pistones, a su vez, llevarán la presión hasta un conductor que será el encargado de distribuir la fuerza a toda la prensa. Finalmente, este proceso será el que propiciará los objetivos de las prensas hidráulicas, que pueden ser el de presionar o el de levantar objetos sumamente pesados.
Este tipo de herramienta es muy usado en el sector automotriz, pero también es posible que se aplique en el proceso de manufacturación de objetos más pequeños. Esto se debe a que puede ayudar a dar un acabado homogéneo y de calidad a diversos productos.
Otro tipo de prensa muy popular dentro del mercado es el neumático. Tal como su nombre lo indica, esta herramienta puede funcionar gracias al aire comprimido que va hacia una determinada dirección.
Ese aire comprimido será el encargado de otorgar la fuerza necesaria para que el mecanismo integrado en la prensa cumpla con sus funciones. Por cierto, debes saber que las más comunes de ellas son el troquelado de gomas, plásticos y cartones, y también el inflado de otros objetos.
En lo que respecta a la estructura de las prensas neumáticas, esta máquina cuenta con un plato de presión, un diafragma y el contenedor donde se ubican todas las partes. Como es de esperarse, esta sencilla estructura no requiere de mayores procesos de mantenimiento, como puede suceder en las prensas anteriores.
La función principal de las prensas embutidoras es la de encastrar los materiales mediante punzones con fuerzas diferentes. El funcionamiento de este tipo de máquinas puede ser variado, pues en el mercado encontrarás prensas embutidoras mecánicas, eléctricas o manuales.
La estructusras de estas máquinas suelen ser sumamente grandes, y su aplicación casi siempre está enfocada en procesos industriales. Para ello cuentan con una matriz rígida (casi siempre hecha de metal) que soporta el peso de casi cualquier material, mientras que el punzón generalmente es de goma.
Las prensas dobladoras también son comunes en procesos de manufacturación industrial. Están especialmente diseñadas para generar formas y dobleces en materiales que no se pueden cortar fácilmente, tales como el metal o el acero.
La estructura más común de este tipo de prensas consiste en dos columnas unidas por un soporte, donde se ubica el material con el que se va a trabajar. El movimiento de las columnas es el encargado de dar la forma deseada a la materia que esté en el soporte.
También existe otra forma de trabajar con las prensas dobladoras, y es la de incluir punzones móviles que cumplen la misma función que acabamos de mencionar. En ese caso, será necesario contar con matrices no estáticas que ayuden al movimiento de la herramienta.
Elegir la mejor prensa para un determinado trabajo depende de muchos factores. Entre los más populares podemos mencionar al tipo de material con el que se trabajará, el tipo de material de fabricación de la prensa y también las cualidades de la herramienta.
Para ayudarte con esta elección, hemos seleccionado algunos de los aspectos que son importantes para que hagas una buena compra. ¿Qué tal si los miras ya mismo?
Lo primero que tomamos en cuenta para ayudarte a elegir la mejor prensa es el tipo de operación, Este aspecto debe ser el punto de partida para tu elección, y aquí te vamos a mencionar algunos de los más comunes.
Cortes rectos en chapas: este tipo de trabajo suele hacerse con prensas hidráulicas que utilizan cuchillas largas y afiladas para realizar los cortes.
Estas cuchillas, a su vez, se pueden ajustar para modificar el tipo de corte de las chapas.
Cortes rectos en chapas con menor profundidad: si buscas trabajar con materiales de poco espesor, te recomendamos elegir las prensas manuales con cuchillas afiladas. Se trata de uno de los tipos de operación más sencillos que puedes realizar.
Punzonados sobre chapas: si lo que buscas es una máquina que te ayude a punzonar chapas de distintos materiales, lo mejor será adquirir una prensa punzonadora excéntrica con cuello de cisne.
Pliegues largos en chapas: para realizar pliegues en grandes longitudes de las chapas será necesario que optes por una prensa hidráulica de doble montante.
Curvado de chapas: si lo que buscas es el curvado de las chapas, lo ideal es escoger una prensa hidráulica o mecánica que cuenten con rodillos capaces de lograr las curvas necesarias.
Embutición y troquelado: para realizar troquelados y embutidos, las prensas hidráulicas son la opción perfecta siempre y cuando cuenten con punzón y matriz de embutido.
Además, lo mejor será que la prensa hidráulica también cuente con doble montante, pues es posible que tenga que hacer un gran esfuerzo para lograr el resultado final.
Forja, embuticiones y troquelados de poca profundidad: la prensa excéntrica o de fricción es la más idónea si de forjas, embuticiones y troquelados se trata.
Dentro de ellas puedes elegir el modelo con cuello de cisne o el tipo pórtico, pues lo más importante es que cuenten con un troquel (donde estarán incluidos el punzón y la matriz) y el molde de estampación. Dependiendo de esto es posible que las prensas puedan trabajar con varias piezas al mismo tiempo.
Otro de los aspectos más importantes para tener en cuenta al momento de elegir la prensa más adecuada es el tamaño de la pieza, pues de esto dependerá la cantidad de golpes que pueda dar la máquina.
De esta manera podrás elegir la pieza que más se adapte no solo a tus necesidades dentro del trabajo, sino también al espacio dispuesto para ubicar la máquina. En este sentido, es especialmente importante que tengas en cuenta el lugar donde se ubicará la prensa para poder elegir la más indicada.
Como acabamos de mencionar, el tamaño de la pieza tiene relación directa con la cantidad de golpes recibidos por minuto sobre el material. La media es de 12 a 1.600, pero todo dependerá también de la velocidad y la potencia del modelo en cuestión.
Ahora que mencionamos la potencia de las prensas, y en este caso lo que debes tener en cuenta es el objetivo principal de la máquina. En este sentido, podemos decir que para los trabajos de recortado, desbarbado y punzonado lo más ideal es que optes por aquellos modelos que tengan manivelas o sean excéntricos.
En estos casos, la potencia se transmite desde el volante hasta el eje principal. Por su parte, para aquellas operaciones como forjas, prensados y acuñados será mejor usar prensas de junta articulada.
Cabe destacar que los trabajos realizados sobre materiales de menor espesor (digamos aquellos que se llevan a cabo con láminas más delgadas) pueden ser ejecutados por prensas manuales. Por su parte, los procesos de manufactura industrial deben ser, sí o sí, ejecutados por prensas con mayor potencia.
Por último, el otro factor que debes estudiar antes de elegir una prensa es la velocidad de la operación. De esta manera no solo asegurarás un trabajo más rápido, sino que también podrás tener un resultado mucho más eficaz.
En este sentido, debes saber que las prensas se clasifican de la siguiente manera según la velocidad de la operación:
Prensas convencionales: son las más básicas que encontrarás en el mercado, y su capacidad de golpe va de apenas 12 a 200 por minutos. Estas prensas son ideales para los trabajos más sencillos.
Prensas rápidas: el promedio de estas herramientas es de 300 a 700 golpes por minuto, aunque esto dependerá, como ya dijimos, del tamaño de la máquina.
Prensas de alta velocidad: son la opción más potente que encontrarás. En este caso, los golpes por minuto son de 800 hasta 1.600.
Cabe destacar que las prensas más veloces son las fabricadas en Japón y en Suiza, así que podrías tener en cuenta este aspecto cuando vayas a hacer tu elección.
Con toda esta información, estamos seguros de que elegir la prensa ideal para ti será mucho más sencillo. ¿Nos cuentas cómo te va?
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